domingo, 17 de enero de 2016

Glucógeno muscular: depleción y recarga

El glucógeno muscular se mide en milimoles por kilo de músculo (mmol/kg) Un individuo que siga una dieta normal mixta mantendrá un nivel de glucógeno en torno a los 70 mmol/kg, con unos 50 mmol/kg del total almacenados en las fibras Tipo I. Por debajo de los 40 mmol/kg, el rendimiento se ve afectado. La exhaustación total ocurre a niveles de 15-25 mmol/kg. Además, cuando los niveles de glucógeno caen demasiado (40 mmol/kg o así), el cuerpo puede tirar de la proteína como combustible en un alto grado. Tras la depleción, si el individuo consume una cantidad suficiente de carbohidratos en el suficiente espacio de tiempo (generalmente 24-48 horas), los niveles de glucógeno muscular pueden alcanzar niveles de 175 mmol/kg o más. El nivel de sobrecompensación que se puede alcanzar depende de la cantidad de glucógeno depletado, lo que significa que cuánto más se depleta más se puede sobrecompensar.

La siguiente tabla muestra los niveles de glucógeno bajo diferentes condiciones.


La resíntesis del glucógeno sin ingesta de carbos post-entreno
Incluso sin ingerir carbos se da una reposición del glucógeno post-ejercicio proveniente de la conversión del lactato en glucosa en el hígado. Esta nueva glucosa se vierte al torrente sanguíneo y se vuelve a acumular como glucógeno en el músculo. Son necesarios 2 mmol de lactato para resintetizar 1 mmol de glucógeno y aproximadamente el 20% del lactato generado durante un entrenamiento con pesas se puede resintetizar como glucógeno. Los niveles de lactato en el músculo durante el entrenamiento pueden ser sólo de 10-15 mmol con un máximo de 21 (observado sólo en culturistas muy entrenados)
Dos estudios han examinado el fenómeno de la resíntesis del glucógeno post-entreno y como conclusión se llega a que en ausencia de carbohidratos, la cantidad de glucógeno resintetizado tras el entrenamiento es insignificante e incapaz de mantener una intensidad alta en el entrenamiento durante mucho tiempo.


Duración y cantidad de la carga de carbohidratos
Independientemente de la ingesta, hay una cantidad máxima de glucógeno que puede ser sintetizada en un determinado periodo de tiempo, lo que significa que consumir todos los carbohidratos necesarios en un espacio de 4 horas con el fin de volver a un patrón cetógeno de alimentación no funciona. Solo cuando se consume la cantidad apropiada de carbohidratos durante un periodo de tiempo determinado se da la compensación/sobrecompensación. Tras el ejercicio exhaustivo y la completa depleción, el glucógeno se puede resintetizar al 100% del nivel normal (unos 100-110 mmol/kg) en 24 horas siempre y cuando se consuman cantidades suficientes de carbohidratos.
Asumiendo la depleción absoluta del músculo implicado, la cantidad de carbohidratos requeridos durante ese tiempo es de 8-10 gr/kg de masa magra.
Con 36 horas de carga de carbohidratos, la compesación puede darse en torno al 150%, con niveles de 150-160 mmol/kg de glucógeno muscular. Para niveles mayores (175 mmol/kg o más) harían falta 3-4 días, y las 6 primeras horas post-entreno parecen ser críticas.

La ingesta de 50 grs de carbohidratos cada 2 horas durante las primeras 24 horas se puede considerar como óptima (ingestas superiores a 50 grs no parecen incrementar la síntesis de glucógeno) A lo largo de 24 horas, una ingesta de 50 gr cada 2 horas supone unos 600 grs de carbohidratos para una persona de unos 70 kg (sujetos de significativamente más o menos peso/tamaño necesitarán más o menos carbohidratos en proporción)

Así que durante las primeras 24 horas serían 10 gr/kg de masa magra, lo que supondría el 70% del total calórico consumido durante la recarga. La proteína y la grasa completarían con un 15% cada una (la cantidad de protein resultante no es una cantidad baja, pues una ingesta tan calórica reduce las necesidades de proteína y aumenta la retención del nitrógeno)

Durante las siguientes 24 horas, la resíntesis de glucógeno decae y se recomiendan 5 grs/kg de masa magra para continuar con la recarga de glucógeno y minimizar la ganancia de grasa.

Tipos de carbohidratos a ingerir
El tipo de carbohidratos ingeridos puede afectar la velocidad a la que el glucógeno se resintetiza.
Durante las primeras 24 horas, cuando la actividad encimática es más alta, parece que la ingesta de carbohidratos de alto IG es major que la de bajos en IG.
La resíntesis durante las segundas 24 horas no ha sido estudiada en profundidad, pero parece favorable la ingesta de carbos de bajo IG, que permitirían la continuidad de la resíntesis, la estabilidad de los niveles de insulina y la prevención de posibles ganancias de grasa.

La fructosa (el azúcar de la fruta, que principalmente recarga los niveles de glucógeno hepático) no produce los mismos niveles de resíntesis que la glucosa o la sacarosa.

Momento de la ingesta
Aunque sería lógico pensar que consumir pequeñas cantidades de carbohidratos a lo largo de la duración total de la recarga sería lo ideal, al menos un estudio sugiere que la resíntesis del glucógeno en un espacio de 24 horas está relacionado con la cantidad de carbos consumidos más que en cuan espaciadas sean las tomas.Desde un punto de vista práctico, las ingestas pequeñas suelen ser más fáciles a la hora de consumir los carbohidratos necesarios al mismo tiempo que mantienen más estables los niveles de azúcar en sangre. 

Dependiendo de cuándo se empiece la recarga habrá gente que pase largos periodos de tiempo sin comer (por ejemplo, por la noche mientras duermen), lo que puede afectar la sobrecompensación. En ese caso se podría consumir una mayor cantidad de carbohidratos a fin de mantener la síntesis. Por ejemplo, si alguien fuera a dormir 8 horas, podría comerse 200 gr de carbohidratos (50gr/2 horas por 8 horas) justo antes. Esa cantidad junto con algo de proteína, grasa y fibra, enlentecería la digestión y propiciaría aun más secreción de glucosa, lo que ayudaría a la resíntesis de glucógeno.

La recarga debería empezar justo al acabar el entrenamiento. Un retraso incluso de 2 horas entre el fin del entrenamiento y el inicio de la recarga puede suponer que la resíntesis del glucógeno sea un 47% más lenta que si se empieza a comer justo post-entreno. Lo ideal sería ingerir carbos líquidos justo post-entreno, y un buen punto de partida serían unos 1,5 gr de carbohidratos/kg de masa magra con, más o menos, la mitad de cantidad de protein justo post entreno y 2 horas después. Además, la ingesta de carbos pre o intra-entreno ayudarían a una major resíntesis.

Finalmente, la ingesta de proteinas y carbohidratos inmediatamente post-entreno puede elevar la insulin más que la sola ingesta de carbohidratos.

El entrenamiento y la recarga de carbos
Se ha estudiado que solo se sobrecompensan los músculos trabajados justo antes de la recarga. Teniendo en cuenta lo comentado acerca de que un retraso de tan solo 2 horas ya afecta a la sobrecompensación, los músculos entrenados días antes no tendrán una sobrecompensación óptima.

Esto sugiere que para unso resultados óptimos, se debería entrenar el cuerpo entero en la sesión que precede a la sobrecompensación (aunque parece haber gente que sobrecompensa bien sin entrenar de forma holística y recurriendo a divisiones tradicionales)

Por otra parte, el tipo de entrenamiento que precede a la recarga afecta a la cantidad de glucógeno que se pueda resintetizar post-entreno.


Extraído de "The Ketogenic Diet", de Lyle McDonald.